Hablemos de las personas de entre 50 y 60 años, de la llamada clase media que va a menos.
Esa generación que se define perfectamente con el siguiente ejemplo "Si compramos un pollo, y a nuestros padres les gusta el muslo, se lo damos porque son nuestros mayores, y si a nuestros hijos también les gusta el muslo, naturalmente se lo dejamos porque somos unos padres sacrificados".
Estamos aguantando esta crisis ayudando a nuestros hijos muchos de ellos sin trabajo, a los que en muchos casos hemos avalado en la compra de sus viviendas que ahora no pueden pagar. Con hijos en casa que llegan a los 30 años sin ninguna posibilidad de independizarse, y muchos con nietos a los que atender por tener a sus padres en paro.
En nuestra época, se permitía o se toleraba que empezásemos a trabajar con 14 años. Muchos de nosotros incluso antes aprovechando las temporadas de verano para ayudar en casa (porque dábamos nuestro salario a nuestros padres) y si queríamos estudiar , debíamos compaginar el trabajo con el estudio.